X se transforma y recopila tus datos personales, laborales, académicos y biométricos
¿Sabías que X está recopilando tus datos personales, laborales, académicos y hasta biometricos? Así es, la red social del pájaro azul quiere saber todo sobre ti, desde tu nombre y edad hasta tu huella dactilar y tu ritmo cardíaco. ¿Para qué? Pues para cumplir su plan de transformación, que busca ofrecer una experiencia más personalizada y relevante a sus usuarios.
X (ex twitter) ha actualizado su política de privacidad y ha añadido una serie de categorías de datos que podrá recoger y procesar. Estas categorías incluyen:
Datos personales: como tu nombre, dirección, número de teléfono, correo electrónico, fecha de nacimiento, género, orientación sexual, estado civil, nacionalidad, etc.
Datos laborales: como tu empleador, cargo, sector, historial laboral, referencias, etc.
Datos académicos: como tu nivel de estudios, títulos, calificaciones, instituciones, becas, etc.
Datos biometricos: como tu huella dactilar, iris, voz, rostro, ADN, ritmo cardíaco, presión arterial, etc.
Estos datos se suman a los que ya recogía Twitter, como tu ubicación, dispositivo, navegador, actividad en la plataforma, intereses, preferencias, contactos, etc. Además, X podrá obtener estos datos no solo de ti directamente, sino también de fuentes externas, como otras redes sociales, proveedores de datos o socios comerciales.
¿Qué hará X con todos estos datos? Según la compañía, los usará para mejorar sus servicios y productos, ofrecer publicidad y contenido personalizado, realizar análisis e investigaciones, proteger la seguridad y el cumplimiento legal y facilitar la comunicación entre los usuarios.
Sin embargo, esta recopilación masiva de datos también plantea serios riesgos para la privacidad y la seguridad de los usuarios. ¿Qué pasa si estos datos caen en manos de hackers o de gobiernos autoritarios? ¿Qué garantías hay de que X respetará los derechos y las preferencias de los usuarios? ¿Qué opciones tiene el usuario para controlar sus datos y ejercer su derecho al olvido?
Estas son algunas de las preguntas que deberían preocuparnos como usuarios de X y como ciudadanos digitales.