WWF alerta sobre la crítica disminución de la biodiversidad en América Latina y el Caribe
El último informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), titulado Planeta Vivo 2024, alerta sobre una preocupante disminución en la población de vida silvestre a nivel global, especialmente en América Latina y el Caribe, donde se ha registrado una pérdida del 95% de especies monitoreadas en los últimos 50 años. Este dato subraya la urgente necesidad de acciones de conservación para evitar la extinción de especies y la degradación de ecosistemas esenciales para la vida en el planeta.
Impacto global: América Latina y el Caribe, la región más afectada
Según WWF, la reducción de vida silvestre en América Latina y el Caribe es la más alta del mundo, con una disminución del 95%. Le sigue África con un 76%, Asia-Pacífico con un 60%, América del Norte con un 39% y, finalmente, Europa y Asia Central con un 35%. Los ecosistemas de agua dulce, conformados por ríos y lagos, han sufrido un declive global del 85%, una pérdida que afecta la biodiversidad acuática, bloquea rutas migratorias y pone en riesgo especies clave como los peces de agua dulce. A nivel terrestre, hábitats como desiertos, bosques y praderas han disminuido en un 69%, mientras que los ecosistemas marítimos han registrado una pérdida del 56%, especialmente en especies como tiburones y rayas.
Factores de pérdida de biodiversidad en América Latina y el Caribe
El informe identifica varias causas que contribuyen a la devastación de la vida silvestre en la región, entre ellas la deforestación, la conversión de pastizales y humedales, la sobreexplotación de especies, el cambio climático y la introducción de especies invasoras. En Argentina, por ejemplo, los castores en la provincia de Tierra del Fuego han alterado los cursos de agua, impactando gravemente el ecosistema local. Además, el cambio climático está exacerbando los efectos de enfermedades en anfibios y aves de los bosques amazónicos, afectando la biodiversidad en un ecosistema crucial como la cuenca del Amazonas, que podría llegar a un punto sin retorno.
Un «punto de inflexión» ambiental y social
WWF advierte que el mundo natural está acercándose a un “punto de inflexión” donde, de no mitigarse, las consecuencias serán catastróficas. Un colapso de los arrecifes de coral, por ejemplo, podría devastar las poblaciones pesqueras y reducir la protección de las costas, afectando a millones de personas. En el Amazonas, una posible liberación de toneladas de carbono a la atmósfera alteraría patrones climáticos y aceleraría el cambio climático global, generando impactos irreversibles. El colapso de corrientes oceánicas como el giro subpolar del Atlántico Norte podría desencadenar cambios abruptos en las temperaturas y patrones de lluvia, con graves consecuencias para Europa y América del Norte.
La Amazonía: un ecosistema crítico en peligro
La Amazonía, que almacena entre 250,000 y 300,000 millones de toneladas de carbono, juega un rol crucial en la regulación del clima global. No obstante, la deforestación y la degradación forestal están debilitando su resistencia, acelerando la pérdida de biodiversidad y alterando los patrones de lluvias regionales y globales. Si la degradación continúa, la Amazonía podría pasar de ser un sumidero de carbono a una fuente de emisiones, comprometiendo el objetivo global de limitar el calentamiento a 1.5°C.
Un llamado a la acción urgente
El informe Planeta Vivo 2024 de WWF insta a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos en conservación y cambio climático para frenar la pérdida de biodiversidad y proteger los ecosistemas críticos para la vida en la Tierra.