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Se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el ACV

Bayer, junto a la Sociedad Boliviana de Cardiología realiza jornadas de actualización científica relacionadas, entre ellas, a la prevención de ACV en pacientes de riesgo.

Este 29 de octubre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Accidente Cerebrovascular (ACV), fecha propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la intención de generar una mayor concientización para la prevención de este mal.

Son conocidos los factores de riesgo principales que conducen a un ACV. El colesterol elevado puede ser peligroso porque obstruye las arterias que irrigan el cerebro. La hipertensión, la diabetes o el abuso de alcohol, de tabaco y de ciertas drogas también se asocian con el episodio. Otras causas que se pueden modificar incluyen la obesidad y la falta de actividad física.  

Sin embargo, poco se sabe sobre los motivos directos que causan un accidente cerebro vascular o las formas de prevenirlo. Por eso, la Sociedad Boliviana de Cardiología, con el apoyo de la empresa Bayer, está llevando a cabo unas jornadas de actualización científica para que los cardiólogos bolivianos estén a la vanguardia en temas relacionados, entre ellos, a la prevención de ACV en pacientes de riesgo. Con disertaciones de profesores extranjeros, se dan a conocer las terapias actualmente utilizadas basada en los estudios científicos que presentan las nuevas moléculas y las últimas actualizaciones de las guías de renombre mundial. El curso inició el pasado 13 de octubre y se extenderá hasta el 03 de noviembre.

De cara a la fecha conmemorativa, es importante generar consciencia sobre el tema, tanto en la comunidad médica como en la sociedad en general. En conversación con el Dr. Jesús Gómez  Mendivil, Presidente de la Sociedad Boliviana de Cardiología, buscamos comprender mejor esta afección, que anualmente se cobra las vidas de cientos de miles de personas en el mundo.

“El ACV isquémico se produce por una obstrucción de la circulación sanguínea cerebral causada por un émbolo. Sus principales síntomas son la pérdida de la sensibilidad o la motricidad en alguna parte del cuerpo. También puede producirse una alteración del estado de conciencia del paciente. Una razón muy importante son los coágulos que se forman en el corazón (cardioembolia). Además hay que mencionar enfermedades de las arterias carótidas, que pueden generar pequeños émbolos que llegan a obstruir arterias en el encéfalo”, afirmó al respecto Dr. Gómez, Médico Cardiólogo del Instituto Nacional del Tórax.

Las formas de prevenir un ACV incluyen controles médicos regulares, un estricto chequeo de la presión arterial, ejercicio físico, un seguimiento médico de la dieta, el abandono completo del cigarrillo, o un control estricto de la diabetes y de las enfermedades del corazón, en caso de ser necesario.

Los factores de riesgo para el ACV se dividen en controlables o no controlables. Entre estos últimos, se considera la edad, pues a partir de los 55 años incrementa el peligro considerablemente. Desde luego, otro factor importante es la herencia, ya que se ha detectado una predisposición genética en algunas personas. Por otra parte, quienes ya tuvieron un ACV presentan un riesgo elevado de tener otro episodio.

Existen diferentes tipos de accidente cerebrovascular, como el Isquémico y el Hemorrágico. La isquemia se ocasiona por una súbita obstrucción de alguna de las arterias que irrigan el cerebro, mientras que el hemorrágico ocurre por ruptura de alguna de esas arterias. Si se detecta la presencia súbita de alteraciones en la sensibilidad y movilidad de alguna parte del cuerpo, se debe actuar al instante. En ese sentido, pueden divisarse tres signos claros. Uno es el Adormecimiento de una mitad del cuerpo, que se da cuando la persona no puede levantar o pierde movilidad en uno de los brazos y/o piernas. Otro es el entumecimiento de la Cara, cuando el rostro se muestra desviado al pedirle que sonría. Finalmente, se puede notar por la Voz, cuando
no puede responder, se enreda al hablar o dice incoherencias. Es importante trasladar a la persona de inmediato a un centro médico para su evaluación y tratamiento debido.

En la actualidad, la hipertensión arterial es el factor de riesgo controlable más frecuente, ya que está presente en el 80% de las personas que sufren esta afección. El tratamiento inmediato para pacientes que han tenido un accidente puede variar según las condiciones, lo ideal es destapar la arteria obstruida a la brevedad posible, para éste cometido en países desarrollados existe el «Codigo Ictus», en el que los pacientes con ACV son inmediatamente trasladados a centros especializados para poder administrarles fármacos trombolíticos que disuelven el coágulo y permiten la perfusión normal del cerebro”, explica el especialista.
 
Las secuelas de un ACV varían según la gravedad del mismo y de la prontitud en el
tratamiento. Pueden ir desde una pequeña limitación funcional pasando por secuelas
severas con total incapacidad de la persona para valerse por si misma. Por otro lado, es mucho más frecuente en adultos que durante la infancia. Cuando se presenta en niños o jóvenes por lo general se debe a malformaciones vasculares cerebrales congénitas.

La recuperación después de un ACV depende en gran parte de la magnitud del cerebro que ha sido dañado y de la prontitud con que se haya efectuado la intervención terapéutica. Si se pudo realizar un tratamiento inmediato, lográndose una reperfusión completa del cerebro, la recuperación puede ser «ad integrum” o completa.

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