Razones para visitar La Paz
La Paz no es la capital de Bolivia, pero es la ciudad más importante del país y allí se encuentra el Palacio de Gobierno, conocido entre los locales como Palacio Quemado por un terrible incendio que casi lo destruye en 1875; y también cobija en una de sus plazas a los Poderes Legislativos, Ejecutivos y Electorales.
Se eleva hasta los 4.000 metros sobre el nivel del mar y presume de poder tocar las nubes desde cualquiera de sus calles o desde su teleférico que transporta a locales y viajeros por encima de la ciudad, regalando vistas inigualables de la gran urbe.
Te traemos algunas razones que bastarán para que «te animes» a darte una vueltita en esta hermosa ciudad.
Su topografía de vértigo y urbanización de contrastes:
La Paz es un enorme embudo que comienza en las nubes, con las áreas urbanas en lo alto de montañas a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar y desciende abruptamente por barrios de contrastes cargados de historia y repleto de historias de migración y mezcla cultural donde cohabitan quechuas, aimaras y mestizos con personas que llegan de cada rincón del mundo y que desafían a diario las escarpadas calles que desemboca en el altiplano a 3.000 metros sobre el nivel del mar.
El Valle de la Luna:
No tienes que salir de la exosfera para admirar los inescrutables paisajes lunares… o al menos eso pensó Neil Armstrong que fue quien bautizó a esta zona de la ciudad donde el tiempo ha erosionado una de las montañas de arcilla dejando un verdadero espectáculo de estalagmitas.
Mercado de las brujas:
Magia, superstición y creencias ancestrales se sintetizan en tan sólo unas pocas calles paceñas en el denominado «Mercado de las Brujas«. No tienes que creer en este mundillo de creencias para visitarlo.
Decenas de tiendas en las calles Linares, Sagárnaga, Santa Cruz y Illampu ofrecen todo tipo de amuletos, estampitas y otros objetos para realizar los rituales ancestrales para conseguir todo tipo de objetivos: salud, amor, trabajo, una larga vida, suerte en los negocios, concebir un hijo, aprobar un examen o mejorar el desempeño sexual.
Tiwanaku o Tiahuanaco:
La cultura prehispánica y preincaica de Tiahuanaco tuvo su capital de imperio en esta zona a 70km al noroeste de La Paz y que hoy en día se puede visitar para comprender mejor una de las sociedades más longevas de Sudamérica que vivieron casi 25 siglos (desde el año 1300 a.C. aproximadamente, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo!).
Lucha libre de Cholitas:
¿Hay algo más bizarro que una lucha libre de «mamitas cholitas»? Una feroz pelea de mujeres con largas y pesadas faldas en capas y eternas trenzas bajo su característico sombrero de hongo que no te puedes perder, a pesar de que hoy en día es un espectáculo netamente para turistas.
La cárcel de San Pedro:
Este centro penitenciario es mítico y no por las mejores razones. Hace unos años una podía entrar en tour guiado (extra-oficial e ilegal) para ver a la sociedad interna que la habitaba, comunicarse con los presos e incluso ver cómo producían la mejor cocaína del país (e incluso comprar unos gramos).
Pero si querías la «experiencia completa» podías incluso «alquilar una celda-habitación» y vivir allí con los presos, sus familiares y amigos. El libro “Marching powder” escrito por Rusty Young sobre las vivencias del ex recluso Thomas Mcfadden y sus propias experiencias durante los cuatro meses «de visita» que pasó en la prisión fue publicado en el año 2003 y cambió todo.
Probar una cerveza local artesanal:
Para los amantes de la cerveza una de las ventajas de viajar es probar el producto elaborado a base del lúpulo en diferentes zonas del planeta… y en La Paz encontraréis diferentes opciones artesanales. En el hostal The Adventure Brew Hostel ofrecen a sus huéspedes una cerveza propia que producen ellos -desde hace +17 años- llamada «Saya Beer».
No tienes que hospedarte allí para degustarla, ya que esta cerveza negra, ámbar o dorada se comercializa en +50 pubs y bares de la ciudad. Pero no es la única de la ciudad, hoy en día producen brebajes a base de locoto, miel o quinua y podrás degustarlas en muchos bares locales.