No intente ser el «jefe divertido» y otras lecciones de liderazgo ético
Convertirse en líder es suficiente para exacerbar las tendencias poco éticas de algunas personas. Pero el poder no corrompe a todos. Nuestra investigación sugiere que las características clave de la personalidad predicen un comportamiento de liderazgo poco ético.
Recopilamos datos de personalidad y valoraciones de supervisores sobre el comportamiento ético (por ejemplo, integridad, responsabilidad) de 3500 líderes de 30 organizaciones con las que habíamos trabajado. Las organizaciones incluidas en nuestro estudio eran en gran medida multinacionales, representaban a varios sectores y variaban en tamaño, de medianas a grandes. Combinamos datos de estos 30 estudios independientes para examinar la relación entre la personalidad y el liderazgo ético en una variedad de entornos y situaciones diferentes. Descubrimos que las características relacionadas con ciertos rasgos tienen una relación más fuerte con el comportamiento poco ético.
Entonces, ¿qué deben hacer los líderes actuales para generar confianza en sus equipos y en el público? Aquí tienes algunos consejos basados en nuestros hallazgos:
- Sea humilde, no carismático. Es natural que nos atraigan las personas que percibimos como inspiradoras, divertidas y atractivas. Tiene sentido que necesite un poco de carisma o dinamismo para destacarse de los demás y llamar la atención. El carisma también puede ser útil para involucrar e inspirar a otros hacia la misión organizativa. Sin embargo, demasiado de esto puede ser algo malo a los ojos de los miembros de su equipo. El carisma descontrolado llevará a una reputación de ensimismamiento y autopromoción. Cuando los miembros del equipo tienen la sensación de que se centra en sus propias preocupaciones e ideas, se sienten sin apoyo. El equipo puede empezar a preocuparse de que ya no haga lo que es mejor para el equipo o la organización y de que, en su lugar, haga lo que sea mejor para su propia agenda.
- Sea estable y confiable; lo llevará más lejos. Si bien es posible que lo hayan notado y ascendido según su carisma, ser confiable, seguir las reglas y ser responsable es más importante para su equipo. Como líder, tiene una enorme autonomía y poder de decisión. Si vamos a confiar a nuestros líderes ese poder, tenemos que confiar en su capacidad para mantenerse fieles a su palabra y hacer lo que es correcto para la organización. Demostrar a su equipo que tiene cuidado, que asume riesgos calculados y que se adhiere a los principios de la organización contribuirá en gran medida a ganarse su confianza.
- Recuerde que la modestia es la mejor política. A veces, puede que a todos nos guste trabajar en un entorno menos formal o trabajar para un jefe que sepa cómo mantener las cosas alegres. Sin embargo, todavía hay un grado de responsabilidad y profesionalidad que la gente espera de los responsables. Tratar de gustar y ser conocido como «el jefe divertido» puede empañar su reputación a largo plazo. Está bien mantenerse alejado del centro de atención y dejar algo de espacio entre usted y su equipo. Envía señales de que está ahí para su beneficio profesional y de que pueden confiar en usted cuando lo necesite.
- Equilibre el análisis con la acción. Aunque la gente aprecia un cierto grado de lógica y racionalidad en el proceso de toma de decisiones, tenga cuidado de no centrarse tanto en los datos y el análisis como para olvidar el contexto más amplio o el impacto de sus decisiones. Pasar demasiado tiempo analizando datos puede impedirle tomar decisiones importantes, especialmente en situaciones de alta presión que requieren una acción rápida. Los datos pueden indicar el mejor curso de acción para el resultado final, pero puede que no sea la mejor decisión para el equipo en general o las partes interesadas relevantes. Los líderes deben poder tomar una decisión y tomar medidas correctivas rápidamente, aunque al principio perjudique los resultados finales.
- Esté atento; la vulnerabilidad aumenta con el tiempo. Aprender y adaptarse a un nuevo puesto, especialmente a un puesto de liderazgo de alta visibilidad, puede llevar algún tiempo. Es durante los primeros meses en un nuevo puesto que normalmente pasamos más tiempo observando lo que sucede a nuestro alrededor. También tendemos a ser más conscientes de nuestras interacciones con los demás y podemos dedicar más tiempo a gestionar las impresiones que hacemos en los demás. Con el tiempo, nos sentimos más cómodos en nuestro entorno y dejamos de prestar atención a nuestra reputación. Por lo general, después de los seis meses, vemos un mayor riesgo de que nuestras tendencias del lado oscuro impidan nuestro éxito o descarrilen nuestras carreras. Mantenga la guardia alta, manténgase alerta y busque comentarios continuamente.
Las características de la personalidad que harán que sea elegido como líder no siempre son las mismas que lo harán eficaz en ese papel. Pasar demasiado tiempo tratando de hacerse notar o tener la mentalidad de «ganar a toda costa» para salir adelante puede ponerlo a usted (y a su equipo) en un mayor riesgo de tener un comportamiento poco ético. Conocer su entorno y comprender las formas en que influye en su equipo le ayudará a mantenerse (y a su equipo) en el camino correcto.
Fuente:Harvard Business Review.