Los KPIs para medir sostenibilidad más comunes

A medida que las empresas buscan reducir su huella ambiental, mejorar las condiciones sociales y mantener una salud financiera sólida, el análisis de datos se ha convertido en una brújula esencial. Pero, ¿cómo pueden las organizaciones navegar a través de este vasto océano de información para extraer conocimientos relevantes y aplicables?
En primer lugar, el uso efectivo de los datos requiere una estrategia clara y bien definida. Las empresas deben trazar un camino que identifique los datos críticos para medir y evaluar su desempeño en sostenibilidad.
LOS 5 MEJORES KPIs PARA MEDIR LA SOSTENIBILIDAD DE TU EMPRESA.
1. Huella de Carbono
A pesar de que pueda parecer un tema que ha sido ampliamente debatido, la huella de carbono de una empresa continúa destacándose como uno de los KPIs más significativos a la hora de medir. Esto se debe a su capacidad para analizar una amplia variedad de datos tanto internos de la empresa como aquellos provenientes de sus proveedores y clientes.
Al medir las emisiones de los Alcances 1, 2 y 3, que abarcan diferentes categorías de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) generadas durante las operaciones de una empresa, se permite evaluar cómo la presencia de productos o servicios en el mercado impacta en el cambio climático, ofreciendo una visión clara de la responsabilidad ambiental de la empresa.
2. Consumo de Energía
La eficiencia energética se erige como un pilar fundamental en la reducción de la dependencia de fuentes de energía basadas en carbón. Mediante la disminución de la intensidad energética, las empresas pueden meticulosamente examinar su consumo energético en las operaciones y detectar áreas propicias para la reducción. Este enfoque no solo conlleva ahorros costosos, sino también a la disminución de las emisiones procedentes de las instalaciones de producción de energía.
En este contexto, las herramientas digitales se revelan como valiosas aliadas para medir con precisión la cantidad de energía empleada en diversas áreas y aplicaciones. Un caso ejemplar es el Internet Industrial de las Cosas (IIoT), que proporciona un caudal de información sobre el consumo energético en los procesos de producción.
3. Millas de la cadena de suministro
Aunque la producción suele acaparar la atención como principal fuente de emisiones en las empresas, no debemos obviar el impacto ambiental derivado de los kilómetros recorridos en la cadena de suministro. En este sentido, las alternativas en el ámbito del transporte, como vehículos y métodos más sostenibles, están adquiriendo protagonismo al reducir emisiones y minimizar residuos en el sector logístico.
No obstante, para forjar una visión holística, las empresas deben tener acceso a datos que contemplen el total de kilómetros recorridos en su cadena de suministro y evaluar el efecto de los métodos de transporte empleados.
4. Reducción de residuos y tasas de reciclaje
En un panorama donde la conciencia de los consumidores abraza la reciclabilidad y procedencia de los materiales en los productos, las empresas están reformulando su cadena de suministro y operaciones para mantenerse competitivas. Sin embargo, el foco no solo recae en garantizar la sostenibilidad en la producción, sino también en la confección de productos alineados con los principios de una economía circular.
Para concretar esta transición, resulta esencial monitorear de cerca la gestión de residuos y garantizar que los productos sean concebidos con la reciclabilidad como pilar.
5. Impacto social
En un entorno donde los consumidores se encuentran cada vez más sensibilizados respecto a la ética en la adquisición de productos y el trato a proveedores, las empresas deben disponer de información que abogue por un trato ético y responsable. Los informes relativos a aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) surgen como fuentes invaluables para entender el impacto social de las operaciones.