Los beneficios de la adaptabilidad en el trabajo

La flexibilidad o adaptabilidad en el trabajo es uno de los rasgos de tu personalidad que más pueden ayudarte en tu día a día y, por supuesto, también en el empleo. La posibilidad de saber adaptarte a diferentes situaciones imprevistas o a cualquier circunstancia adversa es una de las competencias que más demandará un técnico de selección en cualquier proceso.

¿Qué es la adaptabilidad en el trabajo?

La adaptabilidad es la capacidad que tienes de adaptarte a los cambios que suceden a tu alrededor. Ser flexible en el trabajo te permite responder de manera ágil a todo lo que ocurra en la empresa. Esto incluye tus responsabilidades, modernizaciones, estrategias y cualquier otra labor o tendencia. Ser un empleado adaptable también significa poder potenciar otras competencias profesionales como la crítica, la resolución de problemas, la comunicación y las relaciones interpersonales.

La adaptabilidad, y sobre todo la flexibilidad, son conceptos que pueden confundirse con facilidad en el mercado laboral, sobre todo cuando a este se le considera un mercado temporal y precario. Sin embargo, no hay que equivocarse, ya que la definición de ser un trabajador flexible no debe ser, bajo ningún concepto, la de aquel trabajador que debe estar disponible a todas horas sin apenas derecho a desconexión. Tampoco implica que siempre se deba trabajar por turnos, hacer labores de diferentes departamentos para los que no se tiene cualificación o tener una carga de trabajo excesiva para las responsabilidades del puesto.

¿Por qué es tan importante la adaptabilidad en el trabajo?

Es posible mencionar muchísimas razones por las que la adaptabilidad en el trabajo es uno de los rasgos más valiosos que puedes ofrecer en cualquier ámbito de tu vida. No obstante, la flexibilidad en el empleo hoy en día está relacionada con la gran evolución de las empresas hacia su digitalización y en la aplicación del trabajo remoto en todas sus áreas. Saber adaptarse a estos nuevos cambios se traduce en una mayor eficiencia y en la posibilidad de mejorar tus posibilidades de ascenso o contratación.

Por otro lado, saber adaptarte te permite realizar tus labores de una manera más organizada, y tener más tiempo para otras tareas. La adaptabilidad también es crucial porque puede llevarte a mejorar tus competencias analíticas, tu capacidad de liderazgo, tu iniciativa y tu motivación general a la hora de trabajar en equipo.

Los beneficios de la adaptabilidad de un trabajador

Las competencias que se relacionen con la adaptabilidad y flexibilidad de un trabajador tienen beneficios ilimitados en las labores para con la empresa y su puesto de trabajo.

1. Atraerá más y mejores oportunidades

Un trabajador flexible es una persona que siempre está dispuesta a lanzarse a los cambios, o a acometer ciertas labores de forma alternativa. Se sienten seguros experimentando y esto siempre atrae nuevas oportunidades, ya que la empresa tendrá en cuenta a aquellas personas que sean capaces de ver las cosas de otro modo al ofrecerles los proyectos más modernos. Si el trabajador no es flexible, corre el riesgo de quedarse atrás y, por tanto, de no saber destacar en su puesto de trabajo.

2. Será un mejor líder

La adaptabilidad mejora la capacidad de liderazgo de una persona, porque un líder necesita saber ser flexible ante los cambios y afrontar todos los retos que surjan en las labores de un equipo. También son capaces de adoptar una actitud constructiva ante la adversidad y mantener la motivación de aquellos que estén bajo su responsabilidad, incluso cuando las cosas no marchan como se esperaba. Este último caso está muy relacionado con la frase: «un jefe no es lo mismo que un líder».

3. Tendrá la capacidad de adaptarse a los cambios en todos los ámbitos de su vida

De forma independiente al sector de la empresa e incluso fuera del entorno laboral, la persona que sea flexible contará con una ventaja fundamental respecto al resto: podrá encontrar soluciones creativas a problemas y desafíos. Estos últimos, a su vez, pueden volverse oportunidades de aprendizaje y crecimiento, en vez de obstáculos en el camino.

4. Más felicidad en el trabajo

Si el empleado es capaz de anticiparse a los problemas que provocan un mayor estrés, podrá evitarlos para así poder hacer del entorno de trabajo algo más relajado. Además, se sentirá con una mayor confianza para confrontar estos problemas.

Cómo mejorar tu adaptabilidad en el trabajo

Tanto si quieres empezar a mejorar tu adaptabilidad en el empleo como si ya te consideras una persona flexible, pero quieres mejorar tus competencias, considera el siguiente listado y saca el mayor provecho posible de él:

Abandona tu zona de confort

Este consejo puede sonar algo genérico. De hecho, lo habrás oído un millón de veces en otros programas, libros y cursos de formación. Sin embargo, es necesario salir de aquella zona que te hace sentir lo más seguro posible porque suele ser el área donde no existe ninguna amenaza, pero tampoco ningún cambio relevante, por lo que al final te hace sentir mucho más inseguro. Para ser flexible, se necesita la experiencia que te da enfrentarte a múltiples escenarios difíciles, así como salir más fuerte de ellos.