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FORTUNATO MALDONADO: 32 años de Maldonado Exploraciones es el resultado de la transformación de desafíos en oportunidades

Fortunato Maldonado, fundador de Maldonado Exploraciones, es un nombre destacado en la exploración minera en Bolivia. Su carrera, marcada por la perseverancia y la capacidad de transformar desafíos en oportunidades, es un ejemplo inspirador de liderazgo y éxito empresarial. En una entrevista exclusiva, Maldonado comparte sus experiencias, desafíos y la filosofía que lo ha guiado a lo largo de sus 32 años de trayectoria. Este artículo brinda una visión profunda de su viaje, desde sus dificultosos comienzos hasta su consolidación como un referente líder en la industria minera.

CRECIMIENTO DE MALDONADO EXPLORACIONES: UN VIAJE DE TRANSFORMACIÓN

Fortunato Maldonado ha demostrado una notable capacidad para convertir los desafíos en oportunidades. Desde sus inicios comenzó su carrera trabajando como técnico en una empresa boliviana de exploraciones. “Trabajé en Misicuni, Corani, Cuari, Laguna Ruatola en Cochabamba, trabajé por Pilaya con la misma empresa,» recuerda el empresario, destacando sus primeros pasos en la industria​  de la minería. Posteriormente, tuvo la oportunidad de trabajar con Nikkei Boliviana, una experiencia que cambiaría su vida debido a que de los japoneses que lideraban aquella empresa aprendió lo que significaría el valor del trabajo arduo. «La empresa tenía alrededor de doscientas hectáreas de arroz, quince mil cítricos, además de ochenta cabezas de ganado, veinte mil gallinas ponedoras y diario se recogía veinte mil huevos, imagínate…,» comenta subrayando la magnitud de las operaciones y el amor al trabajo que observó.

Fortunato Maldonado en su museo de minería

La dedicación de Maldonado y su disposición para aprender lo llevaron a tomar decisiones audaces que resultaron en éxitos significativos. «Un día domingo en la feria, una señora vendía fierros y vi que era un montón de material diamantal. La gente a veces no sabe lo que vende, y bueno, le compré todo a 800 bolivianos,» relata el líder. «Luego me fui hasta Lima con mi paquete de diamantina y lo entrego a una fábrica. Le digo: te traigo esto, ¿cuánto es?  Y me pagan 8 mil dólares. ¡De 800 bolivianos me pagan 8 mil dólares!». Esta transacción marcó el inicio de una serie de proyectos exitosos que consolidaron la posición de Maldonado Exploraciones en la industria.

Yo ganaba dos mil dólares diarios, cuando sacamos la cuenta, y dije, bueno, de empleado no hubiera ganado nunca así»

Superando Obstáculos con Ingenio

Vivianita, Vanadinita, Azufre, (de izquierda a derecha – arriba) Yurmalina Verde, Oro, Cobre (de izquierda a derecha – abajo)

El camino hacia el éxito no estuvo exento de obstáculos. Maldonado rememora un proyecto en Pupio Norte donde el material extremadamente duro de la tierra casi le cuesta toda su maquinaria. «Lloré porque pensé, ¿para qué metí la máquina si es tan duro el material?», confiesa. Sin embargo, gracias a la intervención de un ingeniero estadounidense que le proporcionó brocas especiales, logró perforar un pozo de 240 metros, lo que resultó en un contrato de dos millones de dólares. ”Como me pagaron dos millones de dólares así fue como se levantó la empresa. Y quiero recordarlo con mucha vehemencia y alegría porque Dios es grande.”, rememora.

CONSTRUYENDO JUNTOS: EL VALOR DEL EQUIPO Y EL BALANCE FAMILIAR

Para Fortunato Maldonado, el éxito de su empresa se basa en el trabajo en equipo y la humildad. «Yo me siento con ellos. Son mis compañeros de trabajo. Juntos forjamos un trabajo. Nunca he dicho que son mis trabajadores», afirma el empresario, destacando la importancia de ver a sus empleados como colegas y no como subordinados. Esta filosofía ha creado un ambiente de trabajo positivo y productivo, donde todos se sienten valorados.

La motivación y el bienestar de su personal son prioritarios para Maldonado. «Ellos primero tienen un sueldo, ganan un sobresueldo, y tienen comida, ropa, tienen la vivienda, es decir, tienen todo», explica detallando las ventajas que ofrece a su personal. Además, reconoce la importancia de la seguridad y el apoyo, asegurando que sus trabajadores están bien protegidos en caso de accidentes. Esta generosidad y comprensión hacia las necesidades de sus empleados reflejan su propia experiencia como trabajador, lo que le permite identificar y satisfacer las necesidades de su equipo de manera efectiva “Siempre sé lo que necesitan porque yo he sido empleado, he sido obrero. Sé lo que ellos necesitan”, indica el líder.

Las personas tienen que aprovechar cada momento que pasa de la vida porque Bolivia es un país de oportunidades, es un país espectacular»

Fortunato Maldonado con su hijo Carlos Maldonado

Equilibrar la vida laboral y familiar también es crucial para Maldonado. «Si nos juntamos. Todos los días vamos a comer. Preparamos a los chicos de la familia, están estudiando en Europa,» menciona, subrayando la importancia de mantener la unión familiar mientras impulsa la educación y el desarrollo profesional de sus hijos y nietos. Una extensión de su filosofía empresarial de innovación y mejora continua.

UN SUEÑO SOBRE RUEDAS: LA AVENTURA DE FORTUNATO MALDONADO

La vida de Fortunato Maldonado no se limita solo a la exploración minera. También ha dejado su huella en el mundo del automovilismo, participando en el Dakar, una de las competencias más desafiantes del mundo. «Gustavo Duda, un amigo, corrió en el Dakar y me dice: Fortunato, yo te conozco a vos, tú eres un caballero y quiero darte mi auto», recuerda. Aunque enfrentó desafíos al intentar adquirir un vehículo adecuado, finalmente compitió en el Dakar con una FJ Cruiser, demostrando una vez más su determinación y espíritu aventurero.

UN CAMINO DE ÉXITO: FILOSOFÍA DE VIDA DE FORTUNATO MALDONADO

Humildad y Trabajo Duro

A pesar de su éxito, Fortunato Maldonado mantiene una actitud humilde y agradecida. «Una de las partes fundamentales para una persona es mantenerse tal como eres», afirma. «Fortunato, yo te conocí así y sigue siendo lo mismo. Nunca va a cambiar, nunca hasta el día de la muerte porque tienes que mantener tu humildad (…) tienes que mantener tu humildad. Porque esto es lo que Dios te da, pero tú no puedes abusar de eso.», aconseja Fortunato Maldonado. Esta filosofía le ha permitido permanecer centrado y conectado con sus raíces, sin dejar que el éxito lo cambie.

Para el empresario, el trabajo no es un sacrificio, sino una pasión. «Mi trabajo se ha convertido en un hobby en mi vida. No lo considero un sacrificio ni una pérdida de tiempo, lo considero como una parte de la vida, Para mí es emocionante estar en el campo, innovar, ver qué oportunidades hay. Tenemos muchos proyectos y hacer muchas cosas. Pero nunca me consideré un empresario, esa palabra suena un poco fuerte, yo me considero un trabajador más de la empresa» expresa, resaltando su entusiasmo por los proyectos, las oportunidades que surgen en su camino y su rol en su empresa.

Mi trabajo se ha convertido en un hobby en mi vida. No lo considero un sacrificio ni una pérdida de  tiempo. Siempre lo considero como una parte de la vida»

Superando Momentos Difíciles

Maldonado también ha enfrentado momentos extremadamente difíciles, como cuando a los 12 años se escapó de su casa y vivió en Perú y Chile. «Niño, no tienes apoyo de nadie, tienes que pasártela solo», recuerda las palabras que le decían. Sin embargo, estas crueles experiencias forjaron su carácter y le enseñaron a valorar las oportunidades y a perseverar a pesar de las adversidades. “Dios es muy grande. Viví allá, contraté a un gringo, viví con el gringo, llegué a ser cajero. Pero así empecé, trabajando, andar descalzo. Son cosas de la vida muy bonitas”, cuenta con total orgullo por el recorrido de su vida.

Mirando Hacia el Futuro

A pesar de todos sus logros, Maldonado sigue mirando hacia el futuro con optimismo y ambición. «Bolivia es un país de oportunidades. Yo he recorrido el mundo pero mi país es bello, es lindo, lástima que no sabemos aprovecharlo», afirma. Su consejo para los jóvenes es claro: «Las personas por naturaleza tienen que tener ambiciones de ser mejor cada día. Porque si no tienes ambición o no tienes un norte, tú eres un hombre muerto en vida. Hoy en día los jóvenes no tienen esa visión para ir creciendo, para ir haciendo las cosas y tampoco quieren trabajar mucho. Ese es el problema. ¿Cómo van a asegurar su generación?  Ellos tienen que ser dueños de las piezas”, dice con convicción.

La historia de Fortunato Maldonado es un recordatorio poderoso de que con dedicación, humildad y una visión clara, es posible superar cualquier obstáculo y alcanzar el éxito.

Bolivia es un país de oportunidades, mi país es bello, mi país es lindo, lástima que no sepamos aprovecharlo»

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