La UPB ganó el Rally Solar 2023 con su auto híbrido
La UPB, a través del equipo STRAHL de la Facultad de Ingenierías y Arquitectura (FIA), participó en la competencia Rally Solar 2023 realizada en Cochabamba, en la que alcanzó el primer lugar en la categoría de vehículos híbridos tras recorrer casi 135 km de los 270 km propuestos en el libro de ruta de la competencia. El encuentro valoraba la capacidad de los estudiantes universitarios de distintas universidades del país para diseñar y construir vehículos eléctricos e híbridos, y se llevó a cabo en los valles cochabambinos.
El Rally Solar 2023 fue organizado por la empresa Inmersive S.R.L. Consulting Group y fue auspiciado por distintas empresas públicas y privadas del sector energético, como ENDE Corporación. La competencia en sí se inició el año 2022, gestión en la que los organizadores instruyeron a los distintos equipos la presentación de diseños de autos eléctricos en la categoría híbrido o innovación. En ese contexto, el equipo STRAHL elaboró el diseño de un auto hibrido, impulsado por motores DC energizados mediante baterías de litio y asistidos por pedaleo mecánico, que obtuvo el primer lugar en la fase de delineación. Posteriormente, ya en la gestión 2023, los organizadores de la competencia lanzaron la convocatoria para la segunda fase de la competencia, la cual consistió en construir los modelos o prototipos propuestos en el encuentro anterior.
“Comenzamos los trabajos de construcción en junio de este año, tratando de desarrollar el prototipo propuesto desde cero. Realizamos desde el soldado del chasis, el dimensionamiento de los motores, el cálculo de la cantidad de baterías necesarias, el diseño del sistema de transmisión, de frenos y del carenado del auto en función al análisis de la ruta que iba a marcar la carrera”, sopesó el Ing. Luis Salinas San Martín, Jefe de carrera de Ing. Electromecánica de la UPB.
El diseño construido dio lugar a un automóvil híbrido eléctrico de 180 kg propulsado por cuatro baterías de ion litio de 48 voltios y 20 Ah cada una. Así mismo, se optó por la utilización de 2 motores Magic Pie 5, cada uno de 1000 W de potencia y de 48 voltios. Para el sistema de transmisión se eligió el mecanismo de pedaleo de una bicicleta montañera con distintos niveles de cambio para poder asistir a las baterías en la energización de los motores. En cuanto al carenado, el equipo se concentró en recubrir la parte exterior del carro con láminas PET obtenidas a partir de botellas que se obtuvieron después de realizar una campana de reciclaje en el campus de la universidad. Es decir, el modelo construido presentaba además una propuesta de solución al problema de contaminación reusando botellas PET para hacer placas que puedan servir a hacer del carro más aerodinámico.
Una experiencia inolvidable
Para la alumna Manuela Morales, reciente egresada por excelencia de la carrera de Ingeniería Electromecánica, lo más desafiante fue tener que adaptar rápidamente el diseño del auto según las necesidades que se veían a medida que se construía. Pero los retos iban mucho más allá del diseño y su puesta en práctica. Según la alumna Fernanda Flores: “No sólo en el aspecto constructivo se presentaban dificultades, sino otros desafíos a los que nos enfrentamos como la falta de presupuesto; pero al final como equipo logramos recaudar los fondos necesarios con el objetivo de lograr este sueño que teníamos”.
La competencia se llevó a cabo entre el 16 y el 20 de octubre. La carrera estuvo dividida en 2 tramos, el primero desde Cochabamba hasta Aiquile, con un recorrido de más o menos unos 140 km y una parada especial en Arani, donde se estableció un circuito que daba vueltas alrededor de la plaza principal. La segunda etapa comprendía el recorrido desde el poblado de Totora hasta el cruce de Paracaya, de vuelta hacia Cochabamba. Este nuevo recorrido tenía una distancia aproximada de 130 km. El automóvil, bautizado como “Angelito 1.0”, tuvo un excelente desempeño al haberse sabido ajustar las especificaciones técnicas y a los requerimientos de la carretera.
El Ing. Salinas San Martin remarcó que para la FIA es importante participar en este tipo de eventos, ya que permite a los alumnos y docentes relacionar la teoría con la práctica, medirse con otros competidores con el fin de mejorar las fortalezas y superar las debilidades de la facultad. Así mismo, es una manera de concientizar a la comunidad universitaria sobre la importancia de la electro-movilidad en Bolivia. Finalmente, agradeció la ayuda de todos los auspiciadores del equipo STRAHL cuyo aporte fue fundamental para participar en la competencia, entre los que se encuentran Green Tower, IBISA 3, Quantum Batteries, entre otros.
El alumno Nicolás Sahonero, de Ingeniería Electromecánica, viene buscando este proyecto desde que ingresó a la universidad y considera que hay una significativa diferencia entre el diseño y su realización: “Ya el momento de construir es distinto; costó bastante tiempo, trabajo y esfuerzo, y pudimos ver y cosechar los resultados de este año saliendo campeones nacionales con nuestro auto”.
Por su parte, la alumna Paola Mamani considera que la construcción del auto eléctrico ha sido un reto grande para el equipo, que ha sabido evaluar muy bien sus habilidades y destrezas. Para la alumna Adriana Álvarez, de la carrera de Ing. Electrónica y de Telecomunicaciones, el desafío radicaba en aprender a manejar voltajes más altos de lo normal en los circuitos de luces y de potencia del auto y después en lograr energizar ambos motores con baterías de litio.
La alumna Saraí Blanco, a cargo del modelado del auto en el software de diseño Solid Works, considera que la comunicación como equipo fue esencial, algo que también se debe rescatar para el un ámbito laboral. De igual manera, Gianfranco Canales como Sebastián Prado, ambos parte del equipo STRAHL, están encantados de haber puesto en práctica los saberes académicos acumulados durante la carrera y esperan repetir la experiencia de cara al próximo año.