La tecnología como puente hacia el futuro de la educación
Se inicia un año lectivo marcado por múltiples transformaciones que definen un antes y un después en los procesos de enseñanza y aprendizaje de millones de docentes y estudiantes alrededor del mundo, pero aún no se llega al punto más disruptivo. Ahi surge la interrogante ¿qué se espera de la educación en los próximos años?
Ahora, la prioridad no es exigir el retorno a las clases presenciales. Para la actualidad y el futuro, la educación se dirige a consolidar el modelo educativo híbrido. Pues, cuando la situación del COVID-19 sea controlada, nunca más se volverá a las clases 100% presenciales como era en “un 98% antes de la pandemia en América Latina y el mundo” (Ávalos, 2021).
Está claro que la educación híbrida no es reciente, existe desde los años 90. No obstante, ahora resulta la ganadora para el contexto que se vive. A la fecha, no hay un registro de casos de éxito notables y con data, con esto se aclara que no se debe considerar la educación híbrida como sinónimo de educación semipresencial porque cada una tiene sus particulares.
En esa línea, “aprender en espacios híbridos y en línea es tan efectivo como aprender en el aula físico, siempre y cuando el docente este preparado para formar a los estudiantes hacia el éxito y la diversidad quedará materializado, respetando los ritmos y estilos de aprendizaje” (Ortiz, 2021). Por tanto, el tema de fondo no es:
- “Carnaval, sí. Clases presenciales, no. Prioridades” (Durán, 2022).
- “Sabemos que estás emocionado por el retorno a la presencialidad” (UNIFRANZ, 2022).
En 2020, todas las mejoras necesarias predichas que tomarían 10 años en el ámbito educativo, tomaron menos de uno (1). Entonces, laprioridad es aprovechar ese salto, considerando la tecnología como un puente hacia el futuro de la educación, como un acelerador de la pedagogía; pues, es innegable que los dispositivos tecnológicos y digitales ofrecen una estrategia educativa a largo plazo.
De forma concreta, el metaverso se va configurando como una panacea que permite significativos avances en lo académico y profesional de todos los actores involucrados, cuyo tinte futurista ya es una realidad que se vive en varias instituciones.
En ese contexto, no se puede dejar de lado la dimensión creadora en las prácticas tecnopedagógicas. Todos los docentes son más artesanos e inventores que nunca. Aunque esto que se vio exacerbado al inicio de la pandemia, pero con resultados positivos en el presente y el futuro.
Como profesionales de la educación, convertirnos en nómadas del conocimiento (knowmads) es lo que nos mantendrá a la vanguardia de las transiciones y transformaciones actuales y venideras, dentro de un sistema cada vez más vertiginoso y exigente (Frontera, 2021) según el desarrollo de variadastecnologías a pasos agigantados que no dan respiro en cuanto a innovación educativa se refiere.