La RSE puede influenciar positivamente en la competitividad de las empresas de las siguientes formas:
Mejora de los productos y/o procesos de producción, lo que resulta en una mayor satisfacción y lealtad del cliente; mayor motivación y fidelidad de los trabajadores, lo cual aumenta su creatividad e innovación; mejor imagen pública, debido a premios y/o a un mayor conocimiento de la empresa en la comunidad, mejor posición en el mercado laboral y mejor interrelación con otros socios empresariales y autoridades. Igualmente, ahorro en costos e incremento de la rentabilidad, debido a la mayor eficiencia en el uso de los recursos humanos y productivos, por listar las más importantes.
¿Quién contribuye a mejorar a quién?
En uno de los artículos que escribí para Predictiva21 comentaba sobre la “Aptitud y la Actitud hacia el Mantenimiento” y posiblemente encontremos allí una respuesta. Partiendo de la afirmación de que si no tenemos una estrecha relación entre la gerencia y el personal que opera y mantiene la planta, así como los que de alguna manera u otra contribuyen directa o indirectamente con la misión primordial de una gerencia moderna y de calidad que es: mejorar los procesos, alargar la vida útil de activos, minimizar las fallas, disminuir los tiempos de reparación, aumentar la seguridad y operación, minimizar desperdicios, y sobre todo, una reducción significativa de los costos de producción y mantenimiento, indudablemente sin ello, no tendríamos una Responsabilidad Social Empresarial de calidad. Sin embargo, esto no se logra sin el apoyo total de la alta gerencia y con un individuo incentivado en una organización. Entendamos que la motivación es un resultado y ésta no se logra sin incentivos.
Recordemos la teoría de la Pirámide de Jerarquía de Necesidades de Maslow; las personas van escalando hasta que poco a poco son motivarles durante un tiempo, entonces se quedan en una posición o siguen subiendo en la pirámide hasta llegar a lo más alto que es la “Autorrealización”. En este sentido, cómo podemos cuidar el ambiente si tenemos equipos que están operando en falla, generando contaminación; o en igual importancia, activos que funcionando inadecuadamente están presentando un riesgo para las personas en plantas y sus alrededores, ocasionando un incremento del Costo Psicológico del cual también escribí en esta revista en artículos anteriores.
Por último, para quienes nos sentimos involucrados en el tema del Mantenimiento Centrado en Confiablidad (R.C.M.), recordemos que las criticidades de los activos las basamos en cuatro factores que, obligatoriamente a mi manera de entender, están en este orden: impacto sobre personas, ambiente, activos y, por último, producción. Por mi parte, no conozco ninguna otra manera de alcanzar una Responsabilidad Social Empresarial de calidad sino nos centramos en esos cuatro factores y, a su vez, transitando por una estrecha relación totalmente beneficiosa entre una gerencia comprometida con sus clientes, el desarrollo de su personal y éstos, sintiéndose partícipes del éxito de una organización.
Fuente: predictiva21-BrauClemenza