La crisis del diésel amenaza la cosecha y exportaciones de soya en Bolivia

La escasez de diésel está generando una creciente preocupación en el sector agrícola boliviano, en especial para los productores de soya, quienes advierten que sin un suministro adecuado, la cosecha y las exportaciones podrían enfrentar un impacto millonario. La Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) ha lanzado una alerta urgente, señalando que más de $us 2.000 millones en exportaciones están en riesgo si no se garantiza el abastecimiento del combustible en los próximos días.
Un sector en alerta ante la falta de combustible
Fernando Romero, presidente de Anapo, destacó que la cosecha de soya y otros granos entrará en su fase más intensa entre el 10 y el 15 de marzo, un periodo crítico que se extenderá entre cuatro y seis semanas. En este tiempo, el sector agrícola necesita un suministro constante de diésel para operar maquinaria, transportar la producción y preparar la siembra de invierno, que incluye cultivos esenciales como sorgo, trigo y maíz.
Para cubrir la demanda, los productores requieren entre 30 y 40 millones de litros de diésel en los próximos dos meses. Sin embargo, la realidad en el campo es preocupante: si bien el desabastecimiento ya afecta a las ciudades, en las provincias la situación es aún más crítica.
Impacto en la economía y la seguridad alimentaria
La falta de combustible no solo pone en jaque a los productores de soya, sino que amenaza a toda la cadena agroindustrial, incluyendo sectores clave como la producción avícola y porcina, que dependen de la soya como insumo alimenticio. Si la crisis no se resuelve pronto, podría generar una cadena de desabastecimiento con efectos en el mercado interno y en la economía nacional.
Bolivia ha experimentado una caída significativa en las exportaciones de soya y sus derivados. Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que, entre enero y noviembre de 2024, las ventas externas del sector disminuyeron en $us 671,9 millones en comparación con el mismo período del año anterior. Esta tendencia refuerza la urgencia de encontrar soluciones inmediatas para evitar una mayor contracción del sector.
El desafío de garantizar el suministro
El Gobierno ha anunciado medidas para aumentar la entrega de diésel y garantizar el abastecimiento a los productores. Sin embargo, los problemas persisten y las largas filas en las estaciones de servicio siguen siendo una constante. Mientras tanto, el transporte pesado, fundamental para la distribución de la cosecha, también enfrenta dificultades para operar, lo que agrava la incertidumbre sobre la próxima campaña agrícola.
Ante este panorama, los productores insisten en la necesidad de una respuesta inmediata. «El campo necesita diésel», recalcan, exigiendo que se tomen acciones concretas para evitar pérdidas millonarias y asegurar el funcionamiento de uno de los sectores más importantes para la economía del país.