Honor Magic6 Lite, análisis: el apellido Lite se queda corto para el primer gran gama media de 2024
Empezamos 2024 con el que va a ser uno de los fijos en las listas que repasen los mejores móviles de gama media del año. El motivo es que Honor, en este segmento, lleva unas cuantas generaciones apostando no tanto por especificaciones impactantes en alguno de sus apartados en la gama media, descuidando todo lo demás, sino por el equilibrio. Y si algo destaca en el conjunto, eso es el diseño.
Es lo que vimos en el Honor 90, pero también en la generación inmediatamente anterior a esta, el Honor Magic5 Lite. Ahora, y tras un mes usándolo como móvil principal, vamos con el análisis de un Honor Magic6 Lite que mantiene mucho de lo bueno de la generación anterior y, rompiendo la que parece ser una tendencia del mercado, no sube de precio. Al menos, no demasiado.
En cuanto lo sacas de la caja y lo sostienes por primera vez, te das cuenta de que el Honor Magic6 Lite no parece un móvil de gama media. A lo largo de los años se han lanzado móviles con el apellido ‘Lite’ que ofrecían una experiencia inferior tanto en el tacto como, sobre todo, en el rendimiento, pero afortunadamente eso está cambiando.
En mano, parece un móvil de gama alta y el peso tan liviano es algo que se agradece teniendo en cuenta la diagonal de pantalla.
Ya hablaremos de eso, pero en lo que respecta al diseño, tenemos un móvil que, sin apostar por materiales como el cristal y el aluminio, transmite una sensación en mano muy positiva. Lo consigue gracias a una trasera que sí, es de plástico, pero que tiene un tacto agradable y que no atrae demasiado las huellas.
El módulo de cámaras no me convence demasiado, como en la generación anterior, ya que considero que es muy grande para los sensores que realmente monta, pero tengo que decir que un punto positivo es que, al estar centrados y tener ese tamaño, cuando el móvil está sobre una mesa, no se tambalea.
Además, del perímetro plano de la anterior generación, pasamos a un perímetro dentado en este módulo, casi como si fuera el anillo de enfoque de un objetivo de cámara. Da un toque más elegante al conjunto.
La trasera tiene una curvatura que funde bien con los laterales, también de plástico, y facilita el agarre. Esto es importante porque es un teléfono muy delgado con su perfil de 8 milímetros y, pese a las dimensiones, es muy ligero gracias a sus 185 gramos.
Ya digo que en mano es extremadamente cómodo, pero antes de pasar a la pantalla, debo comentar que, en la caja, no encontrarás más que el propio teléfono y un cable USB-C. No tenemos funda protectora de cortesía ni cargador.
Lo que sí trae es un plástico protector preaplicado en la pantalla que no llega hasta los extremos y que provoca que notemos el escalón cuando realizamos los gestos de navegación. Considero que estos protectores son de calidad, pero si el teléfono fuera mío, lo quitaría para mejorar la sensación con la pantalla.
Excepto detalles muy menores, el diseño es básicamente idéntico al de la generación anterior, y aunque la pantalla también es similar, tiene cambios en prácticamente todos los apartados que la colocan un escalón por encima.
Lo primero es lo primero: tiene curvatura en los laterales. Esto es algo por lo que Honor sigue apostando y que se mantiene tanto en su gama más premium como en su gama media. Puede gustar más o menos, pero aunque los brillos no deseados están ahí, no he tenido problemas con toques fantasma.
En esta generación tenemos un paso adelante en brillo, que pasa de los 800 nits de pico hasta los 1.200 nits que se agradecen, especialmente, en exteriores. El sensor de brillo funciona de manera correcta, dejando el nivel justo donde debe estar tanto en interiores como en exteriores y una buena noticia es que no he tenido que modificar el valor manualmente ni una sola vez. Eso sí, podría ser algo más rápido, ya que le cuesta, sobre todo, cuando tiene que ir a valores bajos.
Algo que también me gusta, y que cada vez vemos en más móviles, es el cambio de tono del panel en función de la luz ambiental. Esto hace que sea más frío o cálido dependiendo de la situación y es algo que viene desactivado por defecto, pero que se puede activar en las opciones de la pantalla.
Y bueno, ¿qué tal para consumir contenido? Tenemos un panel AMOLED con un tamaño considerable, de 6,78 pulgadas y resolución de 2.652 x 1.200 píxeles. Los colores son vivos y contrastados y me vino de fábrica con el perfil ‘Vívido activado’. Puede que sea exagerado para algunos usuarios y, evidentemente, falsea el resultado en las fotos, pero para ver contenido me gusta más que el ‘Normal’.
Un solo altavoz
Aunque en la pantalla hemos visto mejoras, en el sonido nos quedamos igual que la generación anterior. Es extraño, pero en cuestión de dos años, hemos pasado de una gama media que solía presumir de sonido estéreo a una situación en la que hay compañías que están volviendo al audio por un solo altavoz.
En el Magic5 Lite teníamos sólo el altavoz inferior y es una situación que se repite en este Magic6 Lite. Si no se sube por encima del 80%, la experiencia es buena, con unos agudos que están donde deben y unos graves que podrían dar algo más de sí, pero que acompañan bien.
Un rendimiento que cumple en el día a día y juega a favor de la batería
Si pasamos al interior, tenemos el Snapdragon 6 Gen 1 como corazón. Se trata de un SoC presentado el año pasado para alimentar la gama media de 2023 y que está construido en una litografía de 4 nanómetros.
Cuenta con ocho núcleos divididos en cuatro núcleos a 2,2 GHz y otros cuatro a 1,8 GHz. Está acompañado por 8 GB de RAM y, si vamos a las especificaciones del teléfono en el apartado de configuración, verás que son 8 GB + 8 GB. Esos segundos 8 GB son de memoria virtual.
La autonomía es uno de los puntos más fuertes de este dispositivo, así como un diseño que sobresale en el conjunto no tanto por sus materiales, sino por el propio diseño y los acabados. La cámara principal hace un muy buen trabajo cuando las condiciones acompañan, aunque el gran angular y, sobre todo, el macro no es que destaquen.
Fuente: xataka.