Como Cámara Nacional de Comercio demandamos al Supremo Gobierno se implemente una plataforma de diálogo permanente en miras de construir un futuro más próspero para la economía formal del país
Consideramos la decisión de incremento salarial efectuado por el Gobierno como algo que está más allá de las posibilidades reales de los agentes económicos.
El período de bonanza por la que atravesó el país, gracias a las exportaciones de hidrocarburos, ha terminado y nos enfrentamos a un futuro incierto.
Las empresas formales están haciendo grandes esfuerzos para evitar incrementos en los precios, mantener abastecidos los mercados y conservar el empleo a pesar de la escasez de divisas.
La baja tasa de desocupación al cuarto trimestre de 2023 en el país asciende a 3,9%; sin embargo, cabe aclarar que esto se debe al alto nivel de informalidad en el país, lo cual se traduce en fuentes de empleo precarias y de subsistencia.
El reciente incremento salarial es un desincentivo más para el empleo formal y digno, que es el que provee el sector empresarial privado.
Por el contrario, es un incentivo para tener mayor informalidad que además va en desmedro también del Estado y sus finanzas públicas y por ende de las posibilidades de inversión pública en salud, educación y otros para todos los bolivianos.
De acuerdo a los datos más recientes del INE, el crecimiento de la economía al tercer trimestre del pasado año apenas habría alcanzado el 2,3%, por lo que guarda relación con un periodo franco de desaceleración de la economía, por lo que, se debe implementar medidas económicas para contener la desaceleración.
El sector público se ha convertido en un gran empleador, el incremento salarial contribuirá a ampliar el déficit fiscal y ampliará los desequilibrios macroeconómicos.
El aumento salarial también resta competitividad a nuestras exportaciones, pues hacen más costosa la producción nacional. (al primer bimestre de 2024 nuestras exportaciones cayeron en 23% en relación con las exportaciones en el mismo período el pasado año).
Ante estas medidas del Supremo Gobierno, la Cámara Nacional de Comercio propone:
Que el incremento no sea retroactivo;
En caso de persistir la retroactividad, se plantea que este sea pagado en 6 cuotas mensuales.
Que el pago de los finiquitos de las posibles desvinculaciones emergentes de este incremento, puedan ser canceladas en 12 cuotas mensuales.