Bolivia y Brasil Unen Fuerzas Contra Incendios Forestales: Coordinación y Apoyo Internacional
Los gobiernos de Bolivia y Brasil están intensificando sus esfuerzos para combatir una devastadora ola de incendios forestales en la región amazónica compartida. En una reunión celebrada en la frontera común, las autoridades de ambos países, encabezadas por el ministro de Defensa boliviano Edmundo Novillo, discutieron la magnitud de la crisis y la necesidad de operaciones conjuntas para sofocar los incendios. Bolivia ha solicitado apoyo internacional, incluyendo a Chile, Perú, Francia y China, para enfrentar la emergencia.
En la provincia de Santa Cruz, un importante centro agroindustrial de Bolivia, casi dos millones de hectáreas de tierra han sido consumidas por las llamas en los últimos dos meses. Aunque no se han reportado víctimas fatales, el fuego ha destruido ganado, afectado la fauna silvestre y forzado la evacuación de comunidades. La situación es especialmente crítica en San Matías, cerca de la frontera con Brasil, donde el incendio lleva más de un mes activo. Las altas temperaturas, los fuertes vientos y la sequía están exacerbando la propagación del fuego, y se anticipa que la crisis se intensificará en septiembre sin lluvias a la vista hasta finales de octubre.
La contaminación del aire también ha alcanzado ciudades distantes como La Paz, afectando la calidad del aire y generando emergencias ambientales. En Bolivia, las prácticas agrícolas tradicionales de quema de barbechos han contribuido a la propagación de los incendios, resultando en cuatro arrestos y 51 procesos judiciales en curso. En Brasil, el estado de Sao Paulo enfrenta una emergencia similar con un aumento significativo en los incendios en comparación con el año pasado.
La Fundación Amigos por la Naturaleza (FAN) y Greenpeace han reportado cifras alarmantes, con Bolivia sufriendo su peor año en 2019 y actualmente con 1,014 focos de calor. La proliferación de incendios está intensificando la emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo al aumento de temperaturas y fenómenos meteorológicos extremos. Este esfuerzo de colaboración entre Bolivia y Brasil busca mitigar el impacto ambiental y humanitario de esta crisis sin precedentes.