¿Por qué Bolivia lidera en empleo informal?
En América Latina, la informalidad laboral sigue siendo uno de los mayores desafíos económicos y sociales. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aproximadamente la mitad de la fuerza laboral de la región se encuentra en condiciones de informalidad. Sin embargo, en algunos países, este fenómeno es aún más pronunciado, siendo Bolivia el país con el índice más alto de empleo informal en toda la región y uno de los más elevados a nivel mundial.
En 2023, la situación en Bolivia alcanzó cifras alarmantes: cerca de ocho de cada diez trabajadores en el país están empleados en el sector informal. Esta cifra no solo refleja la realidad laboral de la nación, sino que también es indicativa de los desafíos estructurales que enfrenta su economía. La alta tasa de informalidad en Bolivia puede atribuirse a varios factores, incluyendo una economía predominantemente rural, donde la agricultura y las microempresas predominan, y una limitada capacidad estatal para regular y formalizar estas actividades.
El caso de Bolivia contrasta con otros países de la región, como Chile y Uruguay, donde la formalidad laboral es más común, con tasas de informalidad por debajo del 30%. En la zona andina, países como Perú y Ecuador también muestran altos niveles de informalidad, con más de dos tercios de su población ocupada en empleos informales. Por otro lado, las mayores economías de América Latina, México y Brasil, presentan índices de informalidad del 53% y 37%, respectivamente.
La alta prevalencia del empleo informal en Bolivia y otros países de la región tiene profundas implicaciones para los trabajadores, que a menudo enfrentan condiciones laborales precarias, bajos ingresos, y falta de acceso a la seguridad social. Frente a este panorama, la Directora Regional a.i. de la OIT para América Latina y el Caribe, Claudia Coenjaerts, ha subrayado la urgencia de implementar y fortalecer políticas que promuevan la creación de empleo formal y el sostenimiento de los ingresos laborales.
La informalidad laboral es un reflejo de las brechas económicas y sociales que aún persisten en América Latina. En el caso de Bolivia, abordar este desafío requerirá un enfoque integral que incluya la mejora de las condiciones laborales, la promoción del desarrollo económico inclusivo y la formalización de las pequeñas y medianas empresas, que representan una parte significativa de la economía del país.
Fuente: Portal de estadística Statista