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Educación Continua Postgradual: La Transformación del Perfil Profesional

Por MSc. Ramiro Abdón Mamani Laime; Docente investigador UMSA, Experto en Educación Superior Universitaria, Planificación Estratégica, Analítica de Datos y Educación Ejecutiva Online

Aunque el mundo actual ha dejado claro que las demandas del mercado laboral evolucionan rápidamente, los profesionales encuentran complejo hallar una ruta para la evolución de sus habilidades.

La visión tradicional de ingresar a un empleo y mantenerse estático en él hasta la jubilación, ya no es viable. La cuarta revolución industrial que vivimos establece la volatilidad de las formas de producir bienes y servicios, por lo cual la movilidad laboral es una realidad que requiere de la autogestión de la evolución del perfil profesional. Forjarse uno mismo su futuro profesional, en lugar de esperar ascensos verticales en una misma organización, es la habilidad más requerida en las empresas actuales.

No obstante, la formación académica postgradual clásica, con largos periodos formativos (uno a más años), no acompaña la vertiginosa necesidad cambiante del mercado laboral. Dados los cambios tecnológicos que impulsan a las empresas a evolucionar rápidamente sus formatos de producción para ser competitivos, los profesionales no disponen de tiempos largos para adquirir nuevas habilidades específicas. A ello se suma otro factor importante: la oferta de cursos de educación continua o postgradual en el mercado de la Educación Superior.

Si bien la educación, es una forma de evolucionar las habilidades, no siempre la oferta de cursos orienta una evolución a mediano y largo plazo del perfil profesional que uno tiene, pues generalmente responden a una demanda inmediata (sin visión de futuro o de tendencias mundiales) con cursos tradicionales y aislados (que no pertenecen a programas integrales de formación donde el participante pueda navegar de acuerdo a sus necesidades).

Durante la experiencia de trabajo en el diseño curricular universitario y el desarrollo de estrategias institucionales de posicionamiento, pude evidenciar que los profesionales sienten que algo ocurre en el vecindario, intuyen que hay que transformarse para continuar; pero no encuentran una oferta integrada que les permita visibilizar un plan de transformación de su perfil profesional, que los prepare para los retos actuales y futuros que devienen de la disrupción tecnológica y la transformación digital.

Esta disonancia genera la incertidumbre: ¿necesito cursos de formación continua para continuar mi vida profesional?

En este sentido, comparto con ustedes varios factores comunes que encontré y adapté de la literatura académica de estudios de mercado laboral y transformación de la fuerza de trabajo en tiempos disruptivos.

Reinventarse constantemente y transformar su perfil profesional, requiere primero de un Plan que considere tres factores para su reflexión.

1.Realice el autodiagnóstico de su perfil:

Consiste básicamente en el análisis de las siguientes afirmaciones:

  • Mi último certificado académico de formación tiene una antigüedad mayor a 3 años.
  • Estoy más de 5 años en la misma posición en la organización donde trabajo.
  • Los máximos ejecutivos, no me consideran para liderar nuevos proyectos o acciones estratégicas de transformación de la organización.
  • Estamos innovando en mi unidad o departamento; pero no soy un importante actor de la innovación.
  • Siento que existen varios procesos que se podrían optimizar con la implementación de modernas tecnologías.
  • Hay conceptos nuevos que escucho con frecuencia, pero que no los comprendo ni se cómo utilizarlos para mejorar mi trabajo.
  • Tengo un emprendimiento, pero siento que es complejo sostenerlo en este mundo tecnológico y disruptivo.

Si está de acuerdo o muy de acuerdo con estas afirmaciones, entonces tiene la necesidad de actualizar su perfil profesional. Recuerde la volatilidad de las funciones y la alta movilidad laboral. Es cuestión de tiempo y oportunidad para que tenga que moverse de su posición: ya sea por promoción, mejor oportunidad, despido o un nuevo emprendimiento personal.

Mantener una hoja de vida saludable, actualizada con las nuevas tendencias y relacionarla con los productos que va generando en su puesto de trabajo, le garantiza una movilidad laboral favorable y mejores oportunidades de desarrollo profesional y económico.

2.Explore sus potencialidades:

Aunque sienta que es una persona muy competente en su campo, no olvide que en la realidad cambiante que vivimos, no son del todo útiles las competencias ya desarrolladas (que van perdiendo vigencia con las nuevas tecnologías y la masificación de datos), sino las potencialidades que puede desarrollar en escenarios futuros.

Por ello, una vez que ha determinado que su perfil requiere de atención, responda a estas preguntas:

  • ¿Cómo ha evolucionado el campo de acción en mi área profesional? (¿sigo haciendo las cosas como tradicionalmente se hacían?)
  • ¿Qué tan inmerso estoy en las innovaciones en mi campo?
  • ¿Cómo puedo empezar a diferenciarme de perfiles muy parecidos al mío (homólogos en otras empresas o con los mismos títulos académicos)?
  • ¿Cómo puedo agregarle mayor valor a mi hoja de vida en corto tiempo y con mayores beneficios?
  • ¿Puedo acceder a conocimientos de primer mundo y asimilarlos?

Todas estas preguntas deben considerarse en función de los ejes de la disrupción tecnológica que permean a todo el actual mercado laboral. Rememorando otro articulo publicado en este medio, estos ejes son: Globalización (tiempos, lugares y dispositivos), Tecnología (la nube, tecnologías colaborativas, Big Data, Internet de las cosas, inteligencia de negocios), Conectividad (redes sociales), Automatización (robótica, machine learning).

3.Elabore su ruta o plan de evolución:

Recuerde que la transformación y salud del perfil profesional es, análogamente, como el cuidado físico: debe ser planificado, constante, disciplinado, no solo para verse bien, sino para sentirse bien y requiere de inversión de recursos (tiempo, dinero).

Por ello, debe considerar las siguientes acciones:

  • Evalúe las opciones que tiene en el mercado para adquirir habilidades que generen un efecto diferenciador en su actuación profesional y que cuyas certificaciones académicas ruboricen de prestigio a su hoja de vida o perfil profesional en las redes sociales. Ambos elementos son importantes porque, el primero le cambia la forma de ver su contexto laboral y el segundo demuestra que es un profesional actualizado, capaz de asimilar conocimientos de vanguardia y conectado mundialmente con  otras realidades. Todo ello le da un potencial incremental.
  • Si encuentra ofertas con estas características, intégrelas en un Plan o Ruta personal de desarrollo profesional. Vea que tengan sentido en el tiempo. No es aconsejable tomar una oferta formativa aislada, que no esté conectada con un todo individualizado para usted, o que genere masificación (mucha gente con el mismo título). Recuerde que, si bien los cursos de formación son masivos, usted puede tomar aquellos que forman parte de su ruta formativa individual, de esa forma las partes, pueden ser comunes, pero el todo es singular: como en el juego de los legos.
  • En los últimos tiempos, a nivel mundial, la transformación de la fuerza laboral (profesionales que cuentan ya con un grado profesional) está evitando asumir compromisos formativos de largo plazo en programas enlatados que dirigen a una sola salida. La razón es simple: Habrá notado que cada vez las tecnologías (tanto hard como soft) se renuevan en menos tiempo. Como el uso de esas tecnologías cambian las “formas de hacer las cosas”, un plan de estudios postgradual con duración igual o mayor a seis meses, (diseñado además con seis meses anteriores a su lanzamiento, o peor si son reediciones) tendrá un retraso de un año cuando quiera emplear sus nuevas habilidades. Por ello, considere la “flexibilidad” para moverse rápido en el mar del conocimiento. Recuerde el juego de legos y esta frase (que acuñé durante la construcción de un modelo curricular): “Una parte del todo general, debe formar parte de un todo individual”, ello se consigue tomando ofertas formativas específicas, cortas, sobre las cuales se pueda seguir construyendo, variando las salidas en función del entorno cambiante.
  • Finalmente, el presupuesto de recursos. Tanto el tiempo como el dinero, siempre son escasos. No obstante, considere el retorno sobre la inversión que realizará y el costo de oportunidad generado por no tomar las oportunidades formativas (con las características del punto anterior). Recuerde la analogía de cuidado físico: Si no invierte en este cuidado, no solo se verá mal, sino que enfermará y el costo de recuperación será mayor, tanto en tiempo, como en dinero.

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